jueves, 27 de junio de 2013

Donde Se Esconden Los Secretos

Capitulo 4

Querida Elizabeth
Si estas leyendo esta carta quiere decir que algo malo nos ha pasado a tu padre y a mi, le deje esta carta Julia, no la preguntes, solo la confiamos esta carta, ella no hizo preguntas, así es mejor, no te puedo decir en que estamos metidos tu padre y yo, eso te pondría en peligro, lo más sabio seria que dejaras las cosas como están, pero se que no lo vas ha hacer, tienes que ir con el máximo cuidado, Beth ellos no dejan cabos sueltos, si notan que alguien va a por ellos no dudarán en acabar con él.
Beth, lo más conveniente seria que fueras a vivir con tus primos y llévate a Julia, es buena persona. Te he dejado mi medallón en la caja de las horquillas. Quiero que sepas que eres lo mejor que nos ha pasado a tu padre y a mi, no queremos que seas perfecta solo que seas tu misma, no dudes en enamorarte ya que es lo más bonito que hay y sobre todo no dejes que otros te digan lo que te hacer.
Te quiere por y para siempre: 
Mamá.

Elizabeth abrió la caja de la horquillas y hay estaba un medallón redondo con una rosa en relieve, cogió el distintivo y se lo colocó, acto seguido hizo las maletas.
– Julia   llamó a la joven sirvienta.
– ¿Quería algo, señorita Wild? 
– Si, haz las maletas, mañana nos iremos a casa de mi tía.
– Ahora mismo señorita.
Se hecho en la cama y se quedo dormida mientras leía. A la mañana siguiente emprendieron el camino hacia casa de su tía fueron andando por el hecho de no tener cochero, ninguno era de fiar para su padre, ahora las hubiera sido útil.
Su tía las acogió con los brazos abiertos.
– ¿Está Matt, tía Helen?
– No cariño, se ha ido con un amigo, no creo que demore más.
– Era para decirle un cosa, puedo esperar.
– Este hijo mio, un día me mata ¡me mata!
–  Helen no diga eso, Matt es un buen chico.
– Bueno Beth, ¿que piensas hacer con Julia?
– Me gustaría que fuera mi doncella personal, si no la importa.
–  Que me va a importar, mujer.
– Muchas gracias tía, me estas apoyando mucho.
– No las des, si no hago esto por mi sobrina por quien lo haría de hacer.
– Ahora si me disculpa me gustaría ir a mis aposentos.
– Claro, Walter te avisará de cuando es la comida, hasta entonces.
Subió a su alcoba y deshizo la maleta, se cambio de ropajes, un vestido azul, de mangas largas y encaje al final. La puerta se abrió.
– Beth, creo que deberíamos hablar.
– William. – se sorprendió esta   No es apropiado que un caballero y una dama estén solos en el mismo cuarto. 
– Las formas me dan un poco igual ahora mismo. Quiero que te replantees seriamente nuestra oferta.
– He tomado una decisión...
– Tomate tu tiempo, si no hay prisa.
– Si.
– Si ¿Que? 
– Investigare con vosotros.
– Así me gusta.
– Ya se puede retirar.
– Vale  Siguió en su sitio, inmóvil.
– Si no se va usted me tendré que ir yo  se acerco a la puerta pero este la corto el paso con su brazo, a su vez puso cara de dolor.
– ¿De verdad, señorita? No se que ve de malo en pasar un rato conmigo.
– ¿Qué que hay de malo? Primero, me alaga e intenta besar y después me insulta; segundo, su presencia me incomoda.
– Yo no pienso que fuera a besarla, le aseguro que si lo hubiera intentado la hubiera besado.
– Y que pretendía ¿ver si tenia algo en los ojos?
– Por ejemplo.
– Señorito William, usted es imposible.
Le aparto el brazo y se fue.


miércoles, 26 de junio de 2013

Donde Se Esconden Los Secretos

Capitulo 3

– Creo que se hace la hora de marcharnos – dijo Matt – Tu sabrás lo que haces Beth.
– Encantado de conocerla señorita – Will se acerco a ella – Espero verla pronto – La susurro al oído.
– Me alegra haberte visto Matt – les dijo mientras los acompañaba a la puerta – Supongo que os veré pronto.
A la hora de la comida todo fue normal, excepto por la hora del café, se había presentado Maxwell, un joven muy atractivo, alto, moreno y con unos ojos verdes que hipnotizaran a cualquier fémina.
– Max ¿que haces?  dijo Beth acelerada.
– Necesitaba verte – contesto este  ¿Que tal estas? Siento mucho lo de tus padres, ya sabes que cualquier cosa que necesites puedes contar conmigo.
– Yo... yo no estoy bien, no se como ha pasado todo tan rápido y para colmo la visita de prima  se derrumbó. 
– Bessie  la abrazo, sus brazos y su manera de llamarla siempre la calmaban – estoy aquí, nunca te dejare, te quiero  se fundieron en un beso, de esos en los que Beth se olvidaba del resto, solo eran ella y el.
Beth llevaba saliendo con Max un año y medio, lo mantenían en secreto para no levantar la habladuría entre los vecinos.
– Yo también te quiero – susurro la chica con las lagrimas todavía corriendo por sus mejillas.
  Ya que estas más calmada, podrías contarme lo de tu primo.
– ¿Mi primo?
– Si, me habías dicho que una de las cosas por las que estabas mal era la visita de tu primo.
– Ah, no me acordaba.
Beth le contó todo lo  que había pasado esa mañana, excepto pequeños detalles que eran indiferentes como el casi beso con Will. Will, no le conocía pero sabía que era la clase de chico que la rompería como a un trozo de papel. 
– Bueno ¿que opinas? – le pregunto Beth.
– Creo que deberías averiguar lo que les ha ocurrido a tus padres, ve mañana a ver a tu primo y dile que quieres averiguarlo...
– Pero, si no quiero – le corto la joven.
– Eres demasiado curiosa, Beth, te conozco, se lo que harás.
Max tenia razón, era demasiado curiosa.
– Iré a verle.
– Pero que tarde se ha hecho – dijo el chico – es hora de que me vaya, el tiempo contigo se hace demasiado corto, ¿nos vemos mañana?
– Por supuesto, donde siempre y a la misma hora.
– Lo estaré deseando.
En cuanto Max se fue, Elizabeth cogió su volumen de Orgullo y Prejuicio y se puso a leer. Un montón de pensamientos la invadieron ¿por que alguien querría matar a sus padres? ¿en que estaban metidos sus padres? Al pensar en ellos la vino a la mente un recuerdo, era ella  de pequeña corriendo por las playas Margate, su padre detrás de ella y su madre esperándola agachada y con los brazos abiertos para darla un abrazo, eran muy felices. 
Encamino hacia su habitación y se paro frente al tocador, observo y vio que debajo de la cajita donde guardaba las horquillas había una carta.
Para Elizabeth 
Era de su madre.

sábado, 8 de junio de 2013

Entrada informativa

Como podréis comprobar he cambiado el nombre de la que publica, sigo siendo yo claramente pero he considerado que este nombre es mas apropiado ;) jajajajajajajajajajaja Bueno eso era todo adiós

Donde Se Esconden Los Secretos

Capitulo 2

Will se acercó más a Beth reduciendo el espacio que quedaba entre ellos.
– ¿Por qué no quieres saber en que estaban metidos tus padres? – prosiguió este.
– A veces es mejor dejar la verdad oculta – respondió Beth.
– Ya, pero ¿no te gustaría saber quien asesino a tus padres?
– Si te digo la verdad, no se. Si descubro quien es ¿de qué me serviría? Tampoco es que  fuera a donde vive y lo matara, no podría hacer nada – dijo frustrada.
– Tu no, pero a lo mejor yo si.
– ¿Estas insinuando que si descubro quien es el asesino tu lo mataras?
– Siempre se suelen hacer locuras por las caras bonitas.
– Eso sería válido si yo fuera una cara bonita.
– Morena, ojos azules... yo creo que serias un buen ejemplo de cara bonita. – Will se empezó a acercar más a Beth – Además, no todas pueden presumir de inteligencia.
A Beth le recorrió un escalofrío por toda la columna "Por favor que llegue ya Matt " pensaba sin parar, ¿Que estaba Will a punto de hacer? ¿De besarla? y Beth ¿estaba dispuesta a dejarle hacerlo? No lo sabía. Sus labios estaban a punto de rozarse cuando Matt irrumpió en la habitación " Gracias a Dios " pensó Beth.
–Bueno, ¿Por que parte de la conversación nos habíamos quedado? –dijo este mirándolos con cara
extraña – Me alegra saber que habéis estado muy ocupados como para seguir hablando. Por lo menos espero que te hayas pensado lo de tus padres – miró en dirección a Beth.
– Ha aceptado, yo la he convencido – Contesto Will tan rápido que ni a Beth le dio tiempo ha abrir la boca.
– No me extraña, tus métodos son muy perspicaces – Matt miraba a su amigo con cara de advertencia.
– Bueno ¿Que era eso que me teníais que contar? – Cortó Beth antes de que Will pudiera contestar.
Matt se puso serio ¿Tan malo será? pensó Elizabeth.
– Beth – Comenzó – Tus padres cuando decían que iban a salir, no iban a un restaurante a cenar.
– ¿Que quieres decir? – Preguntó la joven.
– Tus padres iban a unas reuniones bastante raras – Soltó Will.
– Mis padres no eran de una secta – Tajó Beth.
– No, eso es verdad, pero si que se juntaban con gente que no les convenía. – Le respondió Will.
– Ellos nunca me dijeron nada.
– ¿Y eso te extraña? – Le pregunto Matt.
–¿ Debería?
– Te has respondido tu sola. – Contraataco Will.
Beth lo miro con una mirada cargada de veneno pero este hizo caso omiso a la chica.
– No sabemos nada más – Prosiguió Matt – así que habrá que averiguarlo.
El chico dijo esto ultimo con demasiada euforia.
– Pero eso es peligroso – Elizabeth no estaba totalmente segura del plan – Además para eso ya esta la policía.
– Señorita Wild, siento si la ofendo pero usted parece una viuda que se pasa todo el día cosiendo. – Beth se quedo atónita, Will que hace 3 minutos la había intentado besar ahora se estaba metiendo con ella.
–Me es indiferente lo que usted me diga, soy lo bastante mayor para decidir por mi misma, pero gracias por su consideración.



domingo, 2 de junio de 2013

Donde Se Esconden Los Secretos

Introducción

Elizabeth, una joven de 16 años que vive en el Londres Victoriano, esta a punto de ver como su vida cambia gracias a un apuesto muchacho llamado William que la ayudara a descubrir el pasado de su familia, pero se encontrará con dificultas en las que se pondrá a prueba su confianza, sus principios y la lealtad a su familia.


Capitulo 1

Elizabeth se levanto sobresaltada por un mal sueño, Julia, la sirvienta, la había dejado los ropajes preparados, era un bonito vestido azul turquesa con volantes en la falda y por la parte de atrás un lazo que iba atado en la cintura y las tiras hasta el final de la falda, no era uno de sus favoritos pero le encantaba, Julia le ayudo a ponerse las enaguas y el pesado vestido. Bajo corriendo las escaleras hacia la cocina, era normal que sus padre no estuvieran, la noche anterior se habían ido a pasar un rato ellos dos solos, así que no la extrañaba que no estuvieran.
Llamaron a la puerta, Elizabeth fue corriendo a abrir.
– Ya abro yo – le grito a Julia. ¡Que extraño! era la policía.             
– ¿Ocurre algo agente? – Pregunto está.
– Señorita Wild, ¿podría acompañarme a la comisaria? si fuera tan amable. – Prosiguió esté.
– ¿He hecho algo mal?
– No, No, te lo explicare por el camino, ahora por favor señorita acompáñeme.
Sin decir una palabra más Elizabeth lo siguió.
Al llegar a la comisaria, la explicaron lo sucedido, que sus padres habían sido asesinados. Identifico los cadáveres y se fue a casa, nada más llegar fue directa a su cuarto a llorar, nunca podía haber creído que sus padres fueran asesinados, bueno nunca nadie se lo imagina, pero mucho menos los suyos, viene de una familia acomodada desde años y sus padres siempre habían sido queridos, todos conocían el apellido Wild, no podía imaginarse quien seria el asesino. Se prometió a si misma que iba a encontrar a el asesino, no sabía como ni por donde empezar pero lo encontraría.  
– Señorita Wild, despierta, ha venido su primo a verla, viene con un amigo.
Elisabeth entre bostezo y bostezo se consiguió levantar.
– Diles que bajaré en un segundo y llévales un té por favor. 
– Claro señorita Wild, ahora mismo.
Julia era bastante joven de unos 18 años, sus padres trabajaron antes que ella para los Wild pero murieron cuando Julia tenia 16 años, desde esa edad empezó a servir a los Wild. De pequeñas Julia y Elizabeth habían sido amigas hasta que Julia comprendió que los criados no podían ser amigos de los señores, Elizabeth no sabía porque ella la había dejado de hablar. 
– Buenas tardes prima Elizabeth. 
– Primo Matthew. – Después de un incomodo silencio y miradas entre los tres chicos Matthew se decidió hablar.
– Perdona, que despistado soy, Beth este es William.
– Puede llamarme Will si lo desea. – Dijo este.
–Lo tendré en cuenta – Continuo Beth – ¿Solo as venido a presentarme a tu amigo, Matt?
– No hemos venido a darte el pésame y ha decirte que tenemos información sobre tus padres, pero sera mejor que nos trasladásemos a un lugar mas seguro.
Los chicos se trasladaron al salón.
– Gracias, pero no creo que no quiero saber nada sobre mis padres.
– ¿Estas segura? – Dijo Will.
En el momento en el que Beth iba a abrir la boca Matt habló.
– ¡Parad! antes de continuar esta charla si me lo permites prima, necesitaría ir al escusado. Mientras, señorita debería replantearse el asunto – Abrió la puerta del salón y se fue.