viernes, 5 de julio de 2013

Donde Se Esconden Los Secretos

Capitulo 5

Elizabeth fue directa al cuarto de estar, continuo leyendo su libro de Orgullo y Prejuicio, el señor Darcy le recordaba inevitablemente a el señorito William, siempre tan orgulloso y a la vez tan hermoso, hermoso y venenoso como una adelfa. Se obligó a parar de pensar en él. ¿Porque no podía parar de pensar en él? ¿Acaso se había enamorado? No, eso no podía ser, ella tenia novio y le quería, otra cosa era impensable.
– Oh, está usted aquí  dijo Walter entrando por la puerta – la he estado buscando por todas partes. Puede ir cuando quiera a comer. 
– Siento haberle causado molestias. 
– No se disculpe, es mi trabajo.
Al entrar al comedor encontró que todos estaban ya sentados. Solo había un hueco libre, al lado de Will, "Genial" pensó Beth con ironía. Se sentó al lado este, para su sorpresa Will no dijo ni una palabra, la verdad es que nadie habló durante la comida. Cuando terminaron, Will y Matt fueron los primeros en levantarse, Beth los siguió sin que la vieran, entraron a la habitación de Matt. Elizabeth entro en la habitación.
 Will, quiero hablar contigo.
 No,  no quieres, y mucho menos si mi presencia te incomoda tanto.
 Si, si quiero.  Se limito ha decir esta.
 Ahora vuelvo.  dijo este a su amigo.
Los dos salieron por la puerta, el pasillo estaba desierto.
 Bueno y que es eso tan importante que me tenias que contar.  Empezó este.
 ¿Estas enfadado conmigo?
 ¿Eso es lo que me tenias que contar?
 En parte.
 Pues continua.  la dijo tajante.
 Creo, no creo no, voy ha empezar de nuevo.
 Cuando usted quiera...
 Últimamente he tenido un comportamiento desconsiderado por mi parte.
 ¿Si? ¿De Verdad?  le cortó Will
 ¿ Me puedes dejar terminar, por favor?  Al ver que este no hablaba, prosiguió  Gracias. Quería darte mis disculpas.
– Acepto tus disculpas – al ver que Beth no se retiraba dijo  ¿necesitas algo más?
– No.
 En ese caso me retiro.
– Si, claro, yo también me voy, disfrute de su tarde.
– Gracias.  – Volvió ha entrar en la habitación. 

Elizabeth caminó hasta el sitio donde se solía encontrar con Max, no estaba lejos, era un parque lo suficientemente grande como para tener un sitio donde nadie les viera, las hojas de los árboles se encontraban en el suelo ya que era otoño, aun así el paisaje era precioso.
 ¿Buscas a alguien, señorita?
Beth se giro rápidamente para mirar a Max. No era él.  

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